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El BERD ofrece su mano amiga

15 abril 2013
ITC Noticias
Cómo el BERD ayuda a impulsar el crecimiento sostenible y la reforma estructural en un intento por liberar el potencial de las economías árabes y estimular la creación de empleo.
El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) es una institución financiera internacional de gran éxito que cuenta con una experiencia inigualable a la hora de ayudar a países en transición a desarrollar economías de mercado dinámicas y fomentar el crecimiento. Las partes interesadas consideran que el BERD debe apoyar los cambios que se están llevando a cabo en gran parte del mundo árabe. La Primavera árabe y sus consecuencias difieren en muchos aspectos de la caída del comunismo en Europa, que sirvió como catalizador para la creación del BERD en 1991. Sin embargo, los retos de aquel entonces son suficientemente parejos como para que nuestra experiencia sea relevante en un momento como este.

Trabajar conjuntamente con el BERD puede ser la clave para que las economías árabes accedan a grandes cantidades de capital que les permitan realizar inversiones en el futuro. Dependiendo de las condiciones de mercado y de la demanda, el banco puede ofrecer hasta €2.500 millones anuales hasta 2015, con una suma total quizás más elevada. Por cada euro que el banco invierte en áreas como líneas de crédito para PYME, su programa de facilitación del comercio y los proyectos de eficiencia energética, la institución atrae otros €2.500 millones más del sector privado. Ofrecemos asesoramiento sobre el sistema bancario, la liberalización de los precios, la privatización, la regulación de las infraestructuras y los marcos legales, con el fin de apoyar a los sectores privado y financiero. Lograr avances en dichas actividades es crucial para los países en los que ya estamos invirtiendo y donde nuestra presencia es activa, tales como Egipto, Jordania, Marruecos y Tunez. En las economías que han sufrido un fuerte control y una intervención estatal significativa durante mucho tiempo, las PYME tienen el mayor potencial de generar crecimiento, impulsar la innovación y crear puestos de trabajo duraderos.

Resulta absolutamente necesario disminuir los índices de desempleo en los cuatro países adicionales en los que el BERD está trabajando, así como en aquellos donde el banco ha estado realizando operaciones durante muchos años. Los números no mienten. En Jordania y en Túnez, el índice de desempleo juvenil roza el 30%. Egipto necesita que su economía crezca entre un 6% y un 7% cada año simplemente para garantizar que la cifra de desempleados no aumente.

Lo más desolador es que, en muchos de esos países, las personas más cualificadas son las que tienen más probabilidades de no encontrar trabajo. En otras palabras, los hombres y las mujeres que más pueden aportar están siendo marginados por economías incapaces de generar los puestos de trabajo productivos y cualificados que sus países necesitan. Obviamente, la situación actual no augura nada bueno para el futuro, pero creemos que países como Egipto, Jordania, Marruecos o Túnez no están condenados a sufrir altos índices de desempleo para siempre. La creación de empleo es posible, y todo apunta al sector privado como la fuente de nuevos puestos de trabajo más eficaz. Según la Corporación Financiera Internacional, dicho sector produce nueve de cada diez de los nuevos puestos que se crean a nivel mundial.

Además, también podemos revisar los sectores financieros, a fin de ofrecer a las PYME un mejor acceso a créditos. A día de hoy, solo entre el 5% y el 7% de las PYME tienen acceso a préstamos o líneas de crédito: un porcentaje más bajo que el registrado en la región de actividad tradicional del banco en Europa Oriental, donde las PYME apenas existían hace 20 años. En Egipto, Jordania, Marruecos y Túnez trabajamos sobre el terreno, ofreciendo asistencia técnica a las PYME, y en especial a las mujeres empresarias, a través de nuestro Programa de crecimiento empresarial y nuestros servicios de asesoramiento empresarial.

Cuando el BERD comenzó a brindar su apoyo a los antiguos países comunistas durante su periodo de transición para convertirse en economías de mercado, el desempleo no representaba un problema mayor. Sin embargo, fomentar un crecimiento sostenible e impulsar las reformas estructurales, la restricción de los monopolios y la privatización fueron, y siguen siendo, nuestras mejores armas. Nos espera un gran desafío, pero estamos listos para ampliar nuestra misión a una nueva región, así como ayudar a sus ciudadanos a forjar un futuro mejor.