Nuestra oportunidad para acelerar la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU
Ampliación de las transiciones clave en la Cumbre sobre los ODS y la Cumbre del Futuro de Nueva York
En el ecuador de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ODS) están aún muy lejos de alcanzarse. Afectados por numerosas crisis interrelacionadas, sólo el 15 % de los ODS sobre los que se tienen de datos van por buen camino, mientras que los avances en la mayoría de los ODS son demasiado lentos o han retrocedido por debajo del nivel de referencia de 2015.
Millones de personas han caído en la pobreza y el hambre ha alcanzado niveles que no se veían desde 2005. Asimismo, un número récord de personas están desplazadas y, a pesar de las recurrentes catástrofes climáticas, se continúa la equivocada guerra contra la naturaleza. Con todo, cada avance, por pequeño que sea, cuenta e importa.
La Cumbre sobre los ODS representa un momento de gran importancia en el que cambiar de rumbo, pasar de la retórica a la acción y abrirse paso hacia un mundo mejor. En este momento se necesitan acciones audaces, ambiciosas y transformadoras en áreas clave, que estén ancladas en la solidaridad internacional, los derechos humanos y una cooperación eficaz a todos los niveles.
Las Naciones Unidas reunirán a todos los actores involucrados en este progreso transformador y debatirán sobre un conjunto de Iniciativas de Alto Impacto, que consisten en seis grandes transiciones hacia los ODS, cinco medios críticos para la puesta en marcha y la prioridad de la igualdad de género. El objetivo es la aceleración de las acciones en materia de protección social, transiciones energéticas, transformación de la educación, sistemas alimentarios, biodiversidad y naturaleza y transformación digital. La Cumbre aspira a movilizar el liderazgo y la inversión en estas áreas para los próximos siete años, la segunda mitad de la Agenda 2030.
Nuestro objetivo de ofrecer un plan de rescate para las personas y el planeta debe estar respaldado por sólidos medios para su puesta en marcha. Necesitamos aumentar urgentemente las inversiones en los ODS, incluyendo un plan de estímulo para los ODS de 500.000 millones de dólares de EE. UU. anuales hasta 2030, junto con profundas reformas de la arquitectura financiera internacional para garantizar que los países en desarrollo se sienten a la mesa de decisiones y puedan acceder a los recursos que necesitan en condiciones más justas.
También debemos abordar las cargas insostenibles de la deuda que se concentran en los países pobres y de renta media.
Estas no sólo suponen un riesgo para el sistema financiero mundial, sino que también obligan a algunos de los países más pobres a elegir entre reducir la deuda y la realización de inversiones esenciales en sanidad y educación.
También debemos proporcionar a los países en desarrollo un mejor acceso al comercio y a la tecnología, y apoyarles para que puedan desarrollar su capacidad productiva e infraestructuras. Con ello se facilitaría su conexión con las cadenas de producción y suministro regionales y mundiales, el cumplimiento con los requisitos medioambientales y la utilización de las infraestructuras comerciales digitales para el comercio electrónico.
Aunque la Cumbre sobre los ODS será la elemento central de este año, nuestro trabajo para acelerar la consecución de los ODS continuará mucho más allá y estará impulsado por las transformaciones clave recogidas en Nuestra Agenda Común y a través de un multilateralismo inclusivo, en red y eficaz.
El objetivo de la Cumbre del Futuro de 2024 será insuflar nueva vida al sistema multilateral, basándose en la Cumbre sobre los ODS, para responder mejor a los retos más acuciantes de la humanidad, acelerar la puesta en marcha de la Agenda 2030 y la consecución de los ODS, y hacernos avanzar hacia el futuro que queremos.
En la mayoría de los países en desarrollo, las microempresas y las pequeñas y medianas empresas (MIPYME) constituyen la columna vertebral de sus economías. El éxito de las transformaciones dependerá de que se alcancen los ODS a nivel subnacional y local y de que se garantice la inclusión y el empoderamiento de las pequeñas y medianas empresas, así como de las empresas propiedad de mujeres, durante el proceso.
Con la mejora de la conexión entre las asociaciones a nivel mundial, regional, nacional y local para el desarrollo sostenible se puede ayudar a garantizar que todos participen en las transiciones clave, desde los parlamentos hasta la sociedad civil, el sector privado, la ciencia y el mundo académico, los niños y los jóvenes, y los gobiernos locales. En las Naciones Unidas, estamos preparados para apoyar como socio fundamental a los países en el cumplimiento de sus objetivos y ambiciones de cara a 2030.
