Empoderamiento de las mujeres empresarias

La adquisición pública es la forma en la que los gobiernos obtienen bienes y servicios de las empresas.

Estos bienes y servicios ayudan a los gobiernos a proporcionar comidas nutritivas a los escolares, mejorar las carreteras y proporcionar asistencia sanitaria asequible para todos nosotros.

De hecho, casi todos nos hemos beneficiado de las adquisiciones públicas de alguna forma.

Las investigaciones del Centro de Comercio Internacional (ITC) revelan que la adquisición pública constituye entre el 10 % y el 15 % del PIB de los países desarrollados y hasta el 40 % en el caso de los países en desarrollo.  

Aunque esto ofrece a las pequeñas empresas una enorme oportunidad de crecer, sólo el 1 % de los contratos gubernamentales van a parar a las empresas propiedad de mujeres. Y ello a pesar de que las mujeres sean propietarias de una de cada tres empresas en todo el mundo.

Las empresas propiedad de mujeres, que suelen ser más pequeñas, se enfrentan a barreras particulares a la hora de licitar para contratos gubernamentales. Entre estos retos se incluyen los siguientes:

• Las licitaciones agrupadas
• Los procedimientos complejos
• Las limitaciones en materia de financiación
• La falta de información y de redes de contacto

Dar a las mujeres emprendedoras las mismas oportunidades para poder hacer negocios con el gobierno beneficia a todos. Para las empresas propiedad de mujeres, conseguir este tipo de contratos les permite hacer crecer sus negocios y exportar; significa la creación de más puestos de trabajo para mujeres y hombres. Para los consumidores como nosotros, la APSG se traduce en una gama más amplia de productos y servicios más innovadores.

Un aumento, por pequeño que sea, de este 1 % puede conducir a resultados transformadores no solo para las empresas propiedad de mujeres, sino para todo el mundo.

Por ello, el ITC y ONU Mujeres encabezan una campaña mundial para que el aprovisionamiento de empresas propiedad de mujeres sea un motor de la igualdad de género.